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Historia

San Jerónimo del Sauce es un pueblo que huele a historia, a un pasado que encierra todo el acervo nativo, de sueños compartidos entre criollos, aborígenes y gringos. 

La reseña histórica de esta localidad debe remontarse al año 1748 cuando se fundó San Jerónimo del Rey en las inmediaciones de la actual Reconquista, esta reducción fue atendida espiritualmente por la compañía de Jesús. La reducción se denominó San Jerónimo en honor a su patrono, imagen tallada en madera policromada traída de Europa por los jesuitas; y del Rey por el arroyo en cuyas márgenes se fundó. 

La prosperidad que alcanzaron las misiones, no tardó en suscitar en América y Europa enemigos interesados que indujeron a la expulsión de los Jesuitas en 1767 en España y de todos sus dominios. San Jerónimo del Rey no fue la excepción, los abipones en su gran mayoría se dirigieron a la localidad de Santa Lucía (Corrientes), llevando consigo la imagen de su santo patrono San Jerónimo. 

En el paraje denominado El Sauce ubicado a 10 leguas al oeste de Santa Fe, la administración de Correos había establecido en 1813 una posta en la “carrera” que unía Santa Fe con Córdoba. 

Estanislao López como Gobernador de la Provincia tomó la decisión de reflotar la idea de establecer reducciones tan exitosas en la época colonial, aprovechando la adhesión y subordinación que tenía entre los aborígenes. 

A mediados de 1825 estableció en el paraje “El Sauce” a los abipones procedentes de la despoblada San Jerónimo del Rey. No se tiene fecha exacta del asentamiento por falta de documentación, pero entre el 9 y 28 de julio de ese año se encuentran una serie de recibos por compra de carne y traslados en lanchones de aborígenes del norte, de San Javier y Cayastá con destino a El Sauce. 

Junto a los aborígenes llegaron también algunos criollos. La llegada de estos indios y criollos determinó el nacimiento del pueblo. Prontamente comenzaron las tareas de construcción de chozas y ranchos, entre ellos la Capilla para resguardar al Santo que los acompañó en su largo peregrinar y que daría origen al nombre de la nueva reducción: SAN JERÓNIMO por el Santo Patrono y DEL SAUCE por el paraje. 

Los aborígenes instalados fueron rápidamente militarizados y formaron el célebre CUERPO DE LANCEROS DEL SAUCE.